“Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”
Frase repetida por muchos filósofos a nivel mundial
Es el año 1983 y Pantera (Paul Ramírez) es un militar enviado al departamento de Ayacucho. Está a cargo de un grupo de hombres cuya misión es proteger a la población de los actos terroristas que se vienen dando. Un día, él y su gente patrullando una zona encuentran un tipo parado en medio de la pista afirmada. Todos lo apuntan con sus armas, Pantera ordena que lo revisen. Le dicen que está limpio. Este hombre les comenta que hay terroristas en la Plaza de Armas y que él ha ido a comunicarles para que estén prevenidos. De inmediato Pantera organiza a su gente, prepara un plan y se dirige con ayuda del tipo hacia el sitio donde presuntamente están los terroristas.
En esa Plaza de Armas hay dos condiscípulos de Colegio, Sixto (Antonio Delgado) y Felipe (Sergio Maggiolo), que están escondidos mirando como los terroristas hablan al pueblo. Felipe es hijo del alcalde y es testigo de cómo su padre muere delante de él. Cuando Pantera llega ya no hay nada que hacer, sólo llevar a un herido, Felipe, a Lima para que se recupere de los golpes que recibió al tratar de salvar a su padre. Por su parte a Sixto se lo han llevado los terroristas.
En Lima, Pantera está casado, tiene una hermosa mujer (Mónica Rossi) y dos pequeños hijos. Se siente culpable por haber llegado tarde al momento en que murió el padre de Felipe, sabe también que el muchacho se encuentra solo en el mundo, completamente huérfano. Le propone a su esposa adoptar al muchacho. Por su parte Sixto está siendo adiestrado en terrorismo.
Es el año 1992, Felipe (Óscar López Arias) se ha convertido en militar y es enviado a la zona de emergencia de Ayacucho para combatir el terrorismo. Por su parte Sixto (
En una emboscada preparada por los terroristas, el destino permite que Felipe y Sixto crucen sus vidas nuevamente.
La actuación en general de los actores es buena, sobresaliendo Paul Ramírez, Jimena Lindo, los jóvenes Antonio Delgado y Sergio Maggiolo, también Hernán Romero en su corta aparición. Las escenas de acción las veo mejores que muchas de las películas similares. La fotografía de la película, que utiliza paisajes de Canta y Obrajillo, es espectacular, realmente muy bonitas las primeras tomas de la película donde los personajes, Sixto y Felipe, recorren la ciudad.
Algo que si me pareció, del que pudo sacarse mayor partido, fue el personaje de Lápiz (Luis Galli). En la
Otra cosa que me llamó la atención, en la sala de cine, es que iban familias a ver la película, o sea papá, mamá e hijos. Observaba (mientras veía la película) que un señor que había ido con sus dos hijas, movía la cabeza en las escenas más terribles de la película. El hombre parecía como compenetrado con lo que mostraba la pantalla. Como que estaba transportado en el pasado, me impactó verlo.
Curiosidad: La directora Rocío Lladó aparece en una escena al final de la película haciendo de fiscal.


Hace unos dos o tres años leí en el periódico que pasaban “Bala Perdida” en el Centro Cultural de España. Fui y formé mi cola que daba vuelta a la cuadra que da hacia la Avenida Arenales. Cuando me toco el turno de entrar, me dijeron que vaya al segundo piso. El primero estaba abarrotado. Fui al segundo piso y al rato también se lleno. Empezó la película. Comento esto porque junto con “Pantaleón y las Visitadoras” han sido las dos películas peruanas que he visto con sala llena de bote a bote.
Cuando Cristóbal Colón descubrió América creyó haber llegado a Asia. Lo mismo nos paso a nosotros, creímos llegar a un sitio y sucede que llegamos a otro. Es que en la vida casi nada sucede como uno lo ha planeado, siempre ocurre algo imprevisto y todo cambia. Es que si todo fuera previsible, si todo se pudiera pronosticar ¡Qué aburrido serían los días!........y que pocas cosas tendría uno que contar.
Habla ¿Es pecado o no es pecado que te guste la hembra de otro pata?

(Dirigida por Flaviano Quispe – Perú 2004)
Va en directo, grabación no. En directo es otra nota, mira escoges una imagen con solo un dedo, un simple dedito y un botón y listo. La pones en miles de televisores en menos de un segundo. No te parece mágica la cojudez.