El joven camina por la calle, lleva dos bolsas de color amarillo. Llega a las rejas de su casa, observa que están sucias. Entra, limpia la mesa con su trapo y se da cuenta de que sus manos están asquerosas. Saca de una de las bolsas un líquido que se echa a las manos, luego se frota y queda tranquilo. De las bolsas extrae
El joven se baña, uso tres jabones para este propósito, limpito limpito debe quedar así que uno no le basta. Instala una cámara que da a la casa vecina. De esta manera estudia los movimientos de la muchacha y anota en unas hojas, las horas que llega el panadero, si tiene novio, etc. Como graba las escenas cotidianas de la vecina, descubre que ella ha peleado con su novio. Una mañana toma el tiempo con su reloj marca Piaget y descubre la hora que ella sale a trotar a la calle. Al otro día el joven sale con ropa deportiva y se une al trote de ella. Las carnes de ella lo alientan, ella habla pero él no le responde. El cuerpo sudoroso de ella y los movimientos de su pecho y culo hacen que él la mire con una curiosidad tremenda. De pronto se detiene, algo le pasa al muchacho, se lleva la mano a la frente, mira su mano ……… mierda, ahora qué va hacer? Final inesperado.
Hace unos días me invitaron (Gracias Katy Rodríguez) al estreno del cortometraje “Regreso”. Por si acaso felicitaciones a la Universidad San Martín de Porres que lleva tiempo en promover la movida del cine nacional. Día Lunes de semana y con toda la chamba encima
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